CHAVEMOS Y OTRAS CHÁCHARAS
Al tiempo que nos enteramos de que hay algunos candidatos de
Ciudadanos que proceden de la ideología falangista, nos confirma la reciente
entrevista a Monedero, en “El país”, de la ideología chavista de
este prohombre del partido “Chavemos”.
¡Y no pasa nada, oiga!
La confusión de muchos votantes se ve aumentada por estos
silencios. Asiste lo vivido, que diría el poeta Quevedo; y es necesaria
la crítica preventiva para prevenirnos del oportunismo de nueva marca,
tanto como de gentes dispuestas a pescar
en el río revuelto de la situación. Nada ayuda a los votantes críticos la
estrategia retórica del silencio. Y menos, el hecho de que quienes deberían
alzar la voz callan. Como en otros momentos pasados de la historia de España, el
pensamiento se ha vuelto sordo, mudo y ciego… a la seña del dedo censor.
Este fenómeno de eclipse intelectual, más o menos pasajero,
se corresponde, en este tiempo electoral, con la irrupción de “personajes
conceptuales”, es decir, de algo así como tótem puestos en las cabeceras de
lista de los partidos de vieja o de nueva marca; o detrás, en los fundamentos
teóricos. Es el caso de algunos intelectuales, brillantes, buenos
profesionales llenos de la mejor
intención, que figuran como referencias y polos de atracción del voto y que, en
realidad, son “personajes conceptuales” (utilizando esta expresión del filósofo
Deleuze) tras los que “habla” el líder y su cómite de dirección de
partido. Es una nueva técnica retórica del centralismo no democrático de estas organizaciones
políticas que, bajo el florero de un personaje conceptual prototípico, nos
lanzan sus argumentarios y programas.
Nos encontramos, pues, en medio de una confusión de
principio a fin, habitados por la sospecha de que lo que se avecine puede ser
peor, y avisados por la certeza de que
se atraviesa un tiempo, quizá largo, de eclipse de la razón crítica.
Claro que siempre alguien puede decir que a todo nos
acostumbramos; más aún: puedes pensar que nunca hubo tal razón crítica y, en
fin, soñar todo el mundo es bueno, etc.
Fulgencio Martínez
Profesor de Filosofía
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