Cesc Fortuny y Marian Raméntol publicaron en octubre de 2013 un libro en colaboración. La obra recoge dos diferentes
poemarios de cada uno de ambos poetas: "Avui fosquejo
morta", de Marian Raméntol Serratosa, y "El silenci plou sobre les
pedres", de Cesc Fortuny i Fabré. Prólogo de Eduardo Moga e ilustraciones
de Gallego Ripoll. Edita Salvador Moreno Valencia. 2013.
Con la poesía de Marian Raméntol, en castellano, abrimos la Antología actual, en su primera entrega. Queremos dar a conocer a los lectores también la obra en catalán de la autora, y junto a ella, en esta nueva entrega, tenemos el honor de leer la poesía de Cesc Fortuny.
ANTOLOGÍA DE POESÍA ESPAÑOLA. La escritura plural /20
POEMAS DE CESC FORTUNY Y MARIAN RAMÉNTOL
CESC FORTUNY I FABRÉ
(Estos dos primeros poemas pertenecen al poemario inédito La dolorosa partitura del miedo:)
la memoria resbala como una babosa de luz
Soy un monstruo de cabeza oscura
y cola iluminada.
Andreu Navarra “Vida”
Las flores se
escapan de la mazmorra noctámbula, con sus cuerpos mudos rellenos de viento,
atragantando a los cometas que crujen con el humo y se clausuran en la lumbre.
Brasa confinada en su madriguera. Viento encerrado en la pluma, guarida del
universo.
Aún gritando
estrellas, sólo son mis ojos detrás de mis ojos. Cabalgo la víscera doliente
del astro, amazona de éter. Invariablemente, a punto de derramarme, cruzo como
un barco de pesca, que monta a horcajadas sobre el lomo de un falo, la noche de
las lágrimas y las muerdo, las mastico con mi boca llena de agujeros, donde se
esconden los minutos y el odio. Completa, se sumerge la gacela cuando esputa el flujo de sus antepasados.
La memoria
resbala, como una babosa de luz, sobre los huesos que son la cena del buitre.
Absoluta, la sombra ardiente es un espejo de magma que refleja a los difuntos.
Miro la
llama, hasta que mi vista es ya sangre. Odio, para no tener miedo, igual que el
alcohol me mastica el hígado. Mis ojos callan y los muertos corren por mis
venas empuñando la savia igual que un cuchillo, apuñalando el zumo negro de mi
espejismo. El océano espera, con la boca desencajada, a que las tropas de
suicidas esnifen su baba. Algunas veces los delfines son testigos, entonces mis
vísceras de arena resbalan y paladean el oxígeno para estremecer el semen de mi
bodega de carga.
Porque mi
carne es de mar, y el mar es el fuego que mastica los sueños.
mi voz es tan vana como la noche
Ante el cielo y ante el tiempo
me confieso
arbitrario del camino y de la rabia.
José María Pinilla “CONFESIONES”
El lecho
palpita a modo de un osario hinchado de muertos que nunca se atolondran. Un
fulgor que aúlla sobre la carne de este vasto desfiladero, se estremece blando,
soltando en cada lágrima una carcajada.
Implícita en
el susurro de las flores, una tribu de gritos arraiga en mi lengua, preciosos
cual corteza de ave, planean lentos como lagartos. Anzuelos zarpeando la bruma
de mi enajenación. La chimenea de mis demonios se mece sobre un abismo con
sentido del humor, ácido igual que la ropa violada. Debo arrojarme al
precipicio y desaparecer, para vomitarme en el vasto piélago de mi reventado
entendimiento.
Hendir,
desplomar, tantear raciones de sexo sostenidas aún por el hueso y por mi cabeza
aplastada bajo las ruedas.
Cercenar todo
mi ser para abandonar esta laguna, este río ciego que encharca mis córneas,
carámbanos de óxido derramados por el gusano que se agita en el hueco sin
compañía.
He raptado
algo de mí, lo más importante, y lo he encerrado aquí, muy lejos, ahogado ahora
en mi sangre. Permanezco mudo, y el tiempo es un punto negro en nuestra propia
cueva, por eso aquí es tan lejos.
.........
(Los dos poemas que siguen, pertenecen al poemario en catalán “El silenci plou sobre les
pedres”(El silencio llueve sobre las piedras), publicado por
Alvaeno ediciones. Seguido a cada poema en catalán,
está su correspondiente traducción)
El roser que em creix a les artèries i
m’esgarrapa per dintre
La soledad es esta luz
que enturbia los almendros
y los incendia.
Eduardo Moga “Cuerpo
sin mí”
L´arbre que creix al llom
de l’aranya,
descompost com llimac
dòcil,
tremola arraulit al llit
d’un immens flux,
una lleterada vegetal que
em clava les arrels a la boca.
El fang de la nàusea.
Tot vibra com un sexe
violat, o com una espiral d’esperma que
sobrevola la nit (fosca)
sobrevola la nit (fosca)
l’aire està ple de cops,
de trompades, d’hematomes de vent
i d’aire vomitat.
i d’aire vomitat.
Els ulls viuen als nius de
les formigues,
on creixen els cabells de
la tarda, i s'alleten
les muntanyes i els bocins
del món real,
en un racó humit del meu
somni més brut.
Conreant
els camps amb paraules d’angoixa,
allà on l’esperit es
mutila, l'home renuncia a volar,
així, el meu silenci sota
les aigües,
escriu sobre l'oxigen:
la tela és la presó del
quadre.
Sóc doncs un vidre fràgil,
una por,
una cosa sense olor ni
lascívia,
sang barrejada amb
canyella i vinagre,
com una distància de foc o
un no-res trinxat,
sense sentiments, un
esclat
indescriptible de fracàs.
Sóc un forat, una gelor,
un soroll.
Un dolor profund.
Sóc música quàntica.
El no-res detingut en la
buidor, suspès a la fredor absent del cosmos, o qualsevol altre animal que viu
als meus soterranis, borrós i profund com un cristall de gel, perdut a la
tenebra de l’home, sota una crosta de pell i ossos i que ha de considerar la
possibilitat del vampirisme o rebentar-li el cap a un nadó contra una pedra.
El sol és un ocell mort.
Versión al castellano:
El rosal que me crece
a las arterias y me araña por dentro
La soledad se esta luz
que enturbia los
almendros y los incendia.
Eduardo Mueva. “Cuerpo sin mí”
El árbol que crece en el lomo de la araña,
descompuesto como babosa dócil,
tiembla acurrucado en la cama de un inmenso flujo,
una corrida vegetal que me clava las raíces en la boca.
El barro de la náusea.
Todo vibra como un sexo violado, o como una espiral de esperma que
sobrevuela la noche (oscura)
el aire está lleno de golpes, de trompazos, de hematomas de viento
y de aire vomitado.
Los ojos viven en los nidos de las hormigas,
donde crecen los cabellos de la tarde, y se amamantan
las montañas y los pedazos del mundo real,
en un rincón húmedo de mi sueño más sucio.
Cultivando los campos con palabras de angustia,
allá donde el espíritu se mutila, el hombre renuncia a volar,
así, mi silencio bajo las aguas,
escribe sobre el oxígeno:
la tela es la prisión del cuadro.
Soy pues un vidrio frágil, un miedo,
una cosa sin olor ni lascivia,
sangre mezclada con canela y vinagre,
como una distancia de fuego o una nada triturada,
sin sentimientos, un estallido
indescriptible de fracaso.
Soy un agujero, un helor, un ruido.
Un dolor profundo.
Soy música cuántica.
La nada detenida en el vacío, suspendido en la frialdad ausente
del cosmos, o cualquier otro animal que vive en mis sótanos, borroso
y profundo como un cristal de hielo, perdido en la tiniebla del hombre,
bajo una costra de piel y huesos y que tiene que considerar la
posibilidad del vampirismo o reventarle la cabeza a un bebé
contra una piedra.
El sol es un pájaro muerto.
La soledad se esta luz
que enturbia los
almendros y los incendia.
Eduardo Mueva. “Cuerpo sin mí”
El árbol que crece en el lomo de la araña,
descompuesto como babosa dócil,
tiembla acurrucado en la cama de un inmenso flujo,
una corrida vegetal que me clava las raíces en la boca.
El barro de la náusea.
Todo vibra como un sexo violado, o como una espiral de esperma que
sobrevuela la noche (oscura)
el aire está lleno de golpes, de trompazos, de hematomas de viento
y de aire vomitado.
Los ojos viven en los nidos de las hormigas,
donde crecen los cabellos de la tarde, y se amamantan
las montañas y los pedazos del mundo real,
en un rincón húmedo de mi sueño más sucio.
Cultivando los campos con palabras de angustia,
allá donde el espíritu se mutila, el hombre renuncia a volar,
así, mi silencio bajo las aguas,
escribe sobre el oxígeno:
la tela es la prisión del cuadro.
Soy pues un vidrio frágil, un miedo,
una cosa sin olor ni lascivia,
sangre mezclada con canela y vinagre,
como una distancia de fuego o una nada triturada,
sin sentimientos, un estallido
indescriptible de fracaso.
Soy un agujero, un helor, un ruido.
Un dolor profundo.
Soy música cuántica.
La nada detenida en el vacío, suspendido en la frialdad ausente
del cosmos, o cualquier otro animal que vive en mis sótanos, borroso
y profundo como un cristal de hielo, perdido en la tiniebla del hombre,
bajo una costra de piel y huesos y que tiene que considerar la
posibilidad del vampirismo o reventarle la cabeza a un bebé
contra una piedra.
El sol es un pájaro muerto.
Drogues antigues
Em bull la
boca, perquè m’agraden
les drogues
antigues,
cavalcar la
merda
que et porta
on vols anar
mentre la
meva harmònica
clava l’arrel
a les orelles
del bosc,
on l’ànima
borratxa del ionqui cec
trenca per
sempre la música de la selva.
Els ocells se
m’injecten a les venes, i canvien de canal
amb cada
envestida de la pelvis.
A mi no em parlis
de Déu,
jo només
sento una picor irrefrenable
que m’empeny
com un penya-segat d’oxigen,
un lligam de
llençols que es masturben
i
m’entretenen en aquest vespre,
mentre els
nens em devoren,
i la llum
plora.
Ens han dit
que hi podria haver droga
en aquest
avió, però hem hagut de caure
al forat de
nosaltres mateixos,
per mamar-nos
el silenci,
a les
tavernes grogues d'en Gamoneda.
En castellano:
Drogas antiguas
Me hierve la boca, porque me gustan
las drogas antiguas,
cabalgar la mierda
que te lleva donde quieres ir
mientras mi armónica
clava la raíz en las orejas
del bosque,
donde el alma borracha del yonqui ciego
rompe por siempre jamás la música de la selva.
Los pájaros se me inyectan en las venas, y cambian de canal
con cada embestida de la pelvis.
A mí no me hables de Dios,
yo sólo siento un picor irrefrenable
que me empuja como un acantilado de oxígeno,
un vínculo de sábanas que se masturban
y me entretienen en este anochecer,
mientras los niños me devoran,
y la luz llora.
Nos han dicho que podría haber droga
en este avión, pero hemos tenido que caer
al agujero de nosotros mismos,
para mamarnos el silencio
en las tascas amarillas de Gamoneda.
Me hierve la boca, porque me gustan
las drogas antiguas,
cabalgar la mierda
que te lleva donde quieres ir
mientras mi armónica
clava la raíz en las orejas
del bosque,
donde el alma borracha del yonqui ciego
rompe por siempre jamás la música de la selva.
Los pájaros se me inyectan en las venas, y cambian de canal
con cada embestida de la pelvis.
A mí no me hables de Dios,
yo sólo siento un picor irrefrenable
que me empuja como un acantilado de oxígeno,
un vínculo de sábanas que se masturban
y me entretienen en este anochecer,
mientras los niños me devoran,
y la luz llora.
Nos han dicho que podría haber droga
en este avión, pero hemos tenido que caer
al agujero de nosotros mismos,
para mamarnos el silencio
en las tascas amarillas de Gamoneda.
Bio-bibliografía:
Cesc Fortuny i Fabré. Músico, cantante,
compositor y escritor de origen barcelonés. Fundador del
colectivo de música experimental Artillería Pesada. Coorganizador del
“Festival Tremó” en Monistrol de Montserrat. Redactor y codirector de la
revista cultural La Náusea. Miembro de colectivo artístico Grup Tremó durante
el año 2010.
Ha participado en certámenes y festivales de música y arte experimental y está vinculado a varias bandas musicales, entre ellas Entropia, O.D.I. y Zé Pekeño. Ha publicado 27 álbumes musicales, ha participado en 5 recopilatórios, y ha colaborado en 4 álbumes de otros músicos. Ha publicado dos poemarios en castellano y uno en catalán y está presente en diversas antologías. Ha sido traducido al armenio y al búlgaro. Su obra, tanto pictórica, musical o literaria, se centra en la concepción del arte como herramienta para trabajar con el inconsciente. Ha realizado ilustraciones para portadas de libros de diversos artistas.
Escribe poesía y narrativa tanto en catalán como en castellano, así como ensayos sobre música publicando también diferentes trabajos musicales a través de sellos independientes. Acompaña a varios poetas en recitales, presentaciones y performances con sus trabajos acústicos o de música experimental, éstos últimos centrados en el uso del sonido fuera de contexto y de ruido como vehículo transmisor de mensaje y sensación.
EN PRÓXIMA ENTREGA POEMAS DE MARIAN RAMÉNTOL
REVISTA ÁGORA DIGITAL ENERO 2014
Me emociona y alegra ver en las páginas de Ágora la palabra en catalán, lengua que amo aunque no sea la propia. La belleza y la riqueza de la literatura en catalán está fuera de toda duda. Gracias.
ResponderEliminarGracias Ángela Mallén, poeta, por tu aliento y tu valoración. A mi me ocurre también, me encanta la poesía en idioma catalán, desde Ausias March, uno de los grandes poetas españoles.
ResponderEliminarUn abrazo