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viernes, 27 de septiembre de 2024

Una perla literaria del siglo XIV: Prólogo del traductor Sem Tov Ardutiel al libro "Calendario de Preceptos" / Mitzvot Zemaniot. Traducción del hebreo y notas de Margalit Sagray-Schallman. Avance de Ágora-Papeles de Arte Gramático, N. 29. Nueva Colección. Otoño 2024

 



Una perla literaria del siglo XIV

Prólogo del traductor Sem Tov Ardutiel

al libro "Calendario de Preceptos" / Mitzvot Zemaniot

 

Traducción del hebreo y notas de Margalit Sagray-Schallman

 

 

Dice Sem Tov ben Adrutiel*: Ha llegado a mis manos un bello y excelente libro, su valor es tan alto como el oro de Ofir.[1]  Fue redactado en idioma árabe por el gran sabio, el rabino Israel Israeli, hijo del honorable rabino Yosef Ben- Israel de Tolitula (Toledo), en este libro se encuentran todas las oraciones y los rezos que la congregación y el individuo deben rezar cada hora, desde el comienzo hasta el final del año, desde que una persona se levanta de su cama hasta que se acuesta, ya sea en días laborables o en días festivos. Y especifica los días de descanso de los judíos, sus leyes para cada una de las festividades, sus oraciones y preceptos mitzvot, sus tradiciones y sus libros didáctico-religiosos, las liturgias fijas y las que se agregan periódicamente tal como fueran prescriptas, los ayunos y días de observancia peticionales, el pasaje bíblico y el salmo indicados para cada día, las fechas en que deben cumplimentarse los cánticos de alabanza divina, y el estudio de los libros sagrados estipulado para cada mes y para cada sábado o día sabático. Un conjunto muy bien compaginado, estrictamente correcto y sujeto a las ocasiones y fechas estipuladas.

También explica cómo se debe recitar la bendición para todo tipo de alimento y bebida, y toda clase de postres y dulces, y toda variedad de hierbas aromáticas silvestres y nardos cultivados. Y cómo bendecir los trabajos manuales y lo que los oídos oyen y lo que ven los ojos, y el conocimiento de los hechos y las razones que fueron la base para componer cada bendición y cada rezo, pues los redactores se basarán en ellos, y encontrarán allí la fuente de la cual "extraer las aguas" (es decir, abrevar la sed de conocer los preceptos mitzvot), y a la luz de este libro sabrán orientar sus acciones.

Y la persona que tenga este libro en su mano, no necesitará otro para saber cómo rezar y cómo bendecir y leerá la frase ritual: "Ante Él yo bendigo". Pues en este libro todo está en su debido lugar, ordenado y compaginado, sin reducirlo ni extenderlo más de lo necesario. No se ha obviado ni una sola cosa de entre todas las necesidades rituales.

Y siendo que este libro me ha causado muy buena impresión por su alta calidad y por ser tan completo, y observando que el beneficio que brinda y su utilidad ya no se perciben y permanecen ocultos ante todas las personas de nuestra colectividad, incluidos nuestros jóvenes y nuestros ancianos, pues desconocen la lengua árabe, he tenido a bien traducirlo a nuestro idioma (hebreo) en su totalidad, para que la loable intención del sabio que lo compuso se convierta de una mera potencialidad a un hecho de facto, y de esta forma la idea surgida de su elevado espíritu se revelará a todo el público y a toda la colectividad, siendo actual y relevante, en un cincuenta por ciento o en su mayor parte, en el idioma en el que fue escrito (árabe). Pues su verdadera intención era beneficiar a gran cantidad de personas, desde los más pequeños hasta los más grandes, para que entren en tema y tomen noticia, todo el público de toda nuestra comunidad (sin excepción).

Y para aclarar, conviene ayudar al promotor de la idea, cada uno según su capacidad y "sostener su mano" (apoyarlo), dar buena difusión a su deseada intención, estando ese libro cerrado a nuestro entendimiento en un cincuenta por ciento, y así como viene desde afuera así entra, de acuerdo a las pautas del idioma mencionado (árabe).

Con mi traducción encontrarán una vía de entrada todos aquellos para quienes el libro era como una puerta cerrada, y seguirán las leyes preceptuales allí dadas, y con la compaginación y la traducción, será cumplida la intención del sabio autor en su totalidad, él demostró respeto y buena voluntad hacia los habitantes de su ciudad y cercanía y hacia la gente de su zona fronteriza, pero a los que salen fuera de esta demarcación los considerará extranjeros, porque ellos nos han cerrado la puerta para poder penetrar en su obra, comer de su fruto y saciarnos con su buena calidad.

Al autor no debemos condenarlo ni a sentirse presionado ni al odio y la enemistad, porque la "parcela" idiomática de la lengua árabe es amplia, y la claridad y elocuencia de su agradable decir llega a su cúspide, tanto para él como para cada judío que escribió un libro en dicha "parcela" idiomática. Porque encontraron satisfactorio expresarse en dicho idioma sobre cualquier asunto a voluntad, "a todo lo largo y a lo ancho" (es decir, todo tema o asunto con amplitud).

Y siendo que cada idioma en particular tiene una manera especial de expresarse que es diferente de la de otro idioma, si el traductor quiere traspasar el libro de un idioma a otro copiando letra por letra, palabra por palabra, sin método dirigido hacia la derecha o la izquierda, no le queda más escape que "corromper" el texto o sustituirlo, hasta que no se entienda sino con dificultad y con pesado esfuerzo.

Y deseo recalcar: Cada idioma tiene una manera especial de hablarse diferente de la de otro idioma. Por lo tanto, y sólo por esta razón, todo traductor debe cambiar las palabras y reemplazarlas, y al traducir, poner anterior la palabra que en el idioma original es posterior, y viceversa, la posterior ponerla como anterior, y agregar palabras y quitar otras, para no apartarse de la manera propia del idioma, y para no deteriorar (corromper) el asunto del cual se trata. Pues debe cuidar que lo primordial sea el asunto, y secundario el lenguaje. Porque si se tiene como objetivo preservar el asunto, no hay que apresurarse a introducir cambios en el lenguaje.

Y si se aparta a un lado la comprensión del asunto para no cambiar el lenguaje, entonces se perderá la intención del traductor, que en verdad no es otra sino transmitir fielmente el asunto del cual el libro se ocupa. Lo cual no ocurrirá al pasar de un idioma a otro, siempre que el asunto sea conservado. Y además, el traductor del idioma árabe al idioma sagrado (hebreo) tiene otro motivo fuerte y grande que lo obliga a cambiar las palabras y agregar y derogar y posponer y adelantar: Si se apresuró a deteriorar el asunto en su afán por conservar el lenguaje, y copia letra por letra, su tarea resulta un imposible. Pero en este libro, el autor/traductor no lo hizo, aún siendo que actualmente no hay en el idioma sagrado (hebreo) suficientes elementos para poder traducir  todo el idioma árabe (con sus distintos niveles y dialectos).

Y lo antedicho, por dos razones: La primera, porque ellos (en el alfabeto árabe) tienen veintinueve letras, nosotros (en el alfabeto hebreo) tenemos veintidós, y al agregar otras siete a las veintidós, es infinita la acumulación de palabras, frases y modismos adicionales que se crean gracias a ellas. La segunda, porque incluso ese idioma supuestamente (por paralelismo idiomático entre lenguas semíticas) debería habernos sido transmitido según nuestras letras, pero nuestras tribulaciones aumentaron a causa de nuestros exilios, de la destrucción de nuestras sinagogas y casas de estudio, y el saqueo de nuestros libros sagrados, hasta que no quedaron más que veinticuatro (el Antiguo Testamento) cuya santidad ha dado pie a su preservación y la palabra sabia (la palabra de los sabios, el Talmud) fomenta su autoridad. Y además, en la lengua árabe hay muchas palabras de las cuales cada una incluye un asunto que en nuestra lengua no se puede decir con menos de tres o cuatro palabras, incluso cinco. Como "almohadillarse" Mistarped, (se almohadilla), que habría que traducir "se vuelve blando, necesita pedir ayuda a otro". Y también "interfiere" Te'arev, que querría decir "al involucrarse, la llegada de éste rápidamente descarta a este otro". Y como éstas, hay muchas más. 

Y también hay en lengua árabe sinónimos, miles de ellos. Y para dar un ejemplo en nuestro idioma, tal como "alto y elevado" y "de gran altura y ascendente"; y tal como "alabanza y gloria" y "gracia divina"; y tal como "fuerte y poderoso" y "valiente y esforzado"; todos estos son multiplicaciones de vocablos, siendo que la idea es sólo una. Y semejantes a estos ejemplos en la lengua árabe hay múltiples, miles y miles, de los cuales no se encontrará en la lengua sagrada (hebreo) un equivalente, ni de la mitad ni del triple de ellos.

Por lo tanto, por todo esto, todo traductor que quiera que entiendan el asunto del cual se trata al trasladarlo a otro idioma, tal como va presentándose en la obra que desea traducir, se ve obligado a cambiar palabras, sustituirlas, poner las anteriores como posteriores y viceversa, y peor aún, ocasionalmente omitirlas. Asimismo, debe añadir lo necesario, y andar con cuidado, no apresurarse al traducir de una lengua a otra, para no apartarse del asunto del cual se trata. Aunque asimismo, doquiera que encuentre un equivalente palabra por palabra, y de forma correcta, y la intención del asunto permanezca preservada y sin complicarlo, sin confusiones ni pesado esfuerzo, "mirad cuán bueno y cuán delicioso es"[2] y demás está decir "porque es muy elogiable"[3], y "glorifica a quien lo hizo". [4]

Porque si en este libro no son necesarios todos estos cambios de agregar palabras, reemplazarlas, antecederlas o posponerlas, aunque sea en unos pocos lugares, poco será lo que quede en la lengua sagrada (hebreo), y otras muchas cosas que de esta manera cambiarán la médula misma del asunto. Pues con todo ésto, mi manera de hacer pocos cambios está destinada a avisar que "deslizarnos" (apartarnos del original), no nos destruirá. Y esta es mi modalidad en esta traducción: Cualquier asunto que encuentre suficientemente satisfactorio en la lengua santa (hebreo) para ser traducido palabra por palabra, sin que de la ganancia de copiar de un idioma a otro surja pérdida en la comprensión del asunto, intentaré con todas mis fuerzas hacerlo así.[5]

Y haré lo mismo en todo lugar del texto donde no me será posible mantener el lenguaje sin confundir el asunto, o más aún, estropearlo todo. Por lo tanto, me centraré en traducir el asunto y no daré prioridad de atención al idioma. “Y de mi Señor (Dios) la respuesta es la lengua”.[6] Y el nombre de este libro es según el autor lo denominó "Libro de Preceptos para ocasiones estipuladas", Séfer Mitzvot Zemaniot. [7]

 

Traducción del texto hebreo y notas: Margalit Sagray-Schallman

 

 



 
NOTAS

* Adrutiel es una de las grafías del nombre de esta familia judía de Carrión de los Condes. Otras: Ardutiel, Ardutil, Androtil, Adrotil, Adrotiel, Adrothiel, Adroteal, etc.

[1] Según Job 28:16: "No puede ser apreciada con oro de Ofir, ni con ónice precioso ni con zafiro" (trad. Casiodoro de Reina, 1569; revisiones: 1909, 1960). Es decir, su valor es tan alto como el oro que viene de Ofir, cuyo precio es tan excesivo que no es posible pagar con dinero una cantidad suficiente. Ofir: puerto o región mencionada en la Biblia, famosa por su riqueza. Se cree que el rey Salomón recibía de Ofir, cada tres años, un cargamento de oro, plata, sándalo, piedras preciosas, marfil, monos y pavos reales.

[3] Talmud Mishná Sanedrín 5:2. 

[4] Talmud Mishná Avot 2:1. 

[5] Según el dicho de fuente talmúdica "La ganancia surge de la pérdida".

[6] Según Proverbios 16:1: "Del hombre son las disposiciones del corazón, mas de Jehová es la respuesta de la lengua".

[7] Mitzvot Zemaniot: Preceptos que el judío ha de celebrar en tiempos señalados (en la praxis diaria, en los días festivos, diversas oraciones). Nahem, Ilan, "He who has this book will need no other book" - A study of Mitzvot Zemaniyot by Rabbi Israel Israeli of Toledo, Universidad Hebrea, Jerusalén, 2002 [pdf] BIBLID: [0571-3692 (2002) 77-96], y Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes:   www.cervantesvirtual.com

  

 

 

 

ADENDA

Mis notas y apreciaciones:

 

1. En la forma, se aprecia que Ardutiel se dirige a un público masivo, a diferencia de la estructura hebrea, los párrafos son muy largos, redactados en forma acumulativa, los pensamientos se van hilando como si respondieran a una asociación de ideas libre pero unidireccional. En cada parágrafo hay tres o cuatro ejes racionales distintos; para facilitar la lectura, he separado un solo racional en cada parágrafo.

2. En el aspecto idiomático, se expresa con mucha palabrería melitzá redundante. Machaca repitiendo una misma idea con variadas expresiones, con anáforas y usando frases hechas y citas bíblicas, como si estuviera haciendo difusión y propaganda ¿tal vez con fines comerciales?.

4. Las frases de la Biblia y del Talmud las utiliza fuera de su contexto, con distinta intención de la que tienen en el original, a veces con una "guiñada de ojo", por ejemplo la expresión "a todo lo largo y a lo ancho" para decir "tema tratado con amplitud, sin dejar ningún aspecto de lado").

5. En el estilo, resalta un cierto ritmo musical y la prosa rimada: por ejemplo, resalto en negrita la rima:  "séfer nejmad umeulé, ke kétem Ofir lo isulé", y muchos más.

6. La retórica es narrativa, comienza a relatar como quien está contando un cuento a amigos sentados al lado de la chimenea, o alrededor de una fogata, o en una reunión de la comunidad. Habla de sí mismo como "el traductor", en tercera persona singular. Adopta el "nosotros" colectivo al hablar de "nuestros jóvenes", o "nuestros ancianos", o "nuestra lengua", o "nuestros libros de estudios sagrados", etc.

7. El dilema de prioridades que el traductor debe resolver y decidir – la traducción literal a costa de la inteligibilidad del texto o interpretación del texto a costa de la estricta literalidad – tal como Ardutiel lo presenta en el siglo XIV, es candente y apasionante aún en nuestra actualidad, con la ventaja de la traducción automática por medio digital electrónico. En esta traducción, yo he adoptado la misma posición de Sem Tov Ardutiel, interpretando pero tratando de mantener un equilibrio equidistante con respecto al original hebreo.

 

 

 

Un reconocido agradecimiento a mi tutor Profesor Dr. Peter Lenhardt, Universidad Ben-Gurión del Negev, Departamento de Literatura Hebrea Medieval, por su esfuerzo en comparar, elegir y enviarme la primera edición de un raro manuscrito del libro Mitzvot Zemaniot del rabino Israel ben Yosef Haisraeli de Toledo, editado por Moshé Yehudá Hacohen Blau, Nueva York, año 1985 (figura año 5744, de acuerdo al calendario judío).  

 

 

  

                                     Manuscrito hebreo antiguo, colección Kauffman

 

 

 

Adenda. Mis notas y apreciaciones. Agradecimiento: Margalit Sagray-Schallman

 

 

 

 

 

Margalit Sagray- Schallman, en la presentación de su poemario

Fractales de Plenilunio, editorial La Torre de Babel. Beer Sheva, Israel, 2015.

 

NOTA BIOBIBLIOGRÁFICA SOBRE MARGALIT SAGRAY-SCHALLMAN

 

Margalit Sagray-Schallman (Bahía Blanca, Argentina, 1949). Llega a Israel como voluntaria en 1967, desde entonces reside en Beer-Sheva, Israel. Tiene dos hijos y una nieta. Es traductora, poetisa, escritora y compositora, y directora de coro.

Títulos: B.A. y M.A en Literatura Hebrea, Licenciatura en Filosofía y Letras, Musicología, Educación musical y canto coral, Profesora de Escuela Primaria y Secundaria. Es también miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Israelí de Escritores en Lengua Castellana. Miembro y ganadora de concursos internacionales de la Organización Mundial de Trovadores.

Publicaciones: En poesía, los libros Fractales de Plenilunio, Turbantes de Sedaluna, y el ciclo filosófico-poético: Afreudita; en novela: Ofrenda a Afrodita – breve crónica de larga carencia". En hebreo: la trilogía Doncella, mujer, ciudad, además manuales de literatura y métrica española para hebreoparlantes. 

Traducciones publicadas:

* Universidad Ben-Gurión del Néguev, folletos y artículos publicados por la Universidad.

Poesías, poemarios, traducciones adaptadas al canto:

* Álbum Dos mil años de poesía a Jerusalén, antología, sección castellano, ed. Ministerio de Información y Agencia Judía, Israel 2000.

* Juan Luis Guerra, Canciones de Protesta, edición privada, Israel 2004.

* Moisés Ben-Dayan, Tirustamias, poemario en estilo tradicional de la Amazonia Peruana, traducción al hebreo y transliteración del idioma vernáculo al castellano, ed. Instituto de Investigación de la Historia y la Educación en la Amazonia Peruana, Iquitos, Perú 2010.

* Jorge Luis Borges, Sonetos "Del vino" y "A un poeta del siglo XIII", al hebreo. Israel 2018.

* Ernesto Kahan

   - Ante-Requiem y En camino, al hebreo, ed. Shvilei Or, Israel, 2020

   - Insinuación, poemario en conjunto con Jacob Isaac, del original castellano e inglés al hebreo, ed. Pyutit, Israel 2021, edición ganadora del premio Excellence in Poetry Award, Komusons, Kochín, India.

   - Poemas para organizaciones israelíes en pro de la paz, del original castellano al hebreo, desde 2020 en adelante.

   - Neurocompletismo, ensayo y análisis de los cuadros involucrados, Israel, 2023.

* Miscelánea, poesías en memoria, para ocasiones festivas, traducciones adaptadas al canto, etc.

 

 

 

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