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miércoles, 10 de diciembre de 2025

"ARRORRÓ", UN MAPA DEL TIEMPO Y UN LIBRO DE POEMAS DE CORIOLANO GONZÁLEZ MONTAÑEZ. ÁGORA-PAPELES DE ARTE GRAMÁTICO N. 35. INVIERNO 2025

 


 

ARRORRÓ, UN MAPA DEL TIEMPO Y UN LIBRO DE POEMAS DE CORIOLANO GONZÁLEZ MONTAÑEZ

  


Arrorró*, de Coriolano González Montañez, es más que un libro de poemas al uso. Podría decirse que es un canto general a las Islas Canarias. Mi experiencia, como lector de esta obra, me ha confirmado, por otra parte, en el extraordinario poeta que es Coriolano González Montañez (cuya poesía conocí en la primera década de este siglo, gracias a nuestro amigo, el recordado Joaquín Garrigós Bueno, que lo había invitado a Bucarest, en nombre del Instituto Cervantes, un año antes de que yo fuera también invitado). El poeta de Tenerife me pareció ya en aquellas fechas uno de los mejores poetas españoles (desde luego, entre los tres o cuatro mejores poetas de su generación: los nacidos a finales de la década de los cincuenta y la década de los sesenta del XX, la generación poética de los 90 o fin de siglo). Recogí una muestra de sus libros publicados (El viaje, luz, Mapa del exilio) en la antología La escritura plural (Ars poetica, Oviedo, 2019) y en el volumen extraordinario de Ágora "Un mundo fuera de lo común" (2020, Ars poetica) incluí sus poemas entre los textos magistrales allí publicados. 

El poeta ha publicado también Mapa de la nieve, en 2019, y más recientemente, Padre  y El viaje II (continuación de la reunión anterior, con poemas escritos desde 2002). 

Coriolano es un poeta de palabra que pesa y surge a la superficie con tersura y música del mejor castellano poético, el de Juan de la Cruz, Garcilaso o Luis de León. Ya es mérito destacar en la música y en la hondura y en el uso de un idioma como el español que es por sí tan preciado y poético instrumento. Coriolano pertenece también a la mejor tradición de los escritores y poetas canarios, que nos dan el idioma español desde el sentimiento lingüístico propio (el poeta Tomás Morales, Galdós, por supuesto, y más acá, el escritor y también poeta Andrés Sánchez Robayna).  

Coriolano González Montañez es de Santa Cruz de Tenerife, y de Tacoronte, su lugar chico abierto al océano y a la memoria. Presencias de su isla guanche y de las otras islas "afortunadas" (o también podría decir "desconocidas"), recorren su libro titulado como el canto de cuna y la letra tradicional de esas islas. "Arrorró, mi niño / arrorró". El libro está dedicado a la madre y a las abuelas  del autor, "quienes hunden la memoria en la tierra".

El aporte antropológico, sentimental, enriquece la poesía de Coriolano en esta obra. Son intercalados breves, que anotan la historia de las islas. Para este lector, lo reconozco, ha sido un verdadero descubrimiento cordial de Canarias, una parte de su propia nación y Estado, pero que, como ocurrre con otras, desconocida sentimentalmente y en su legado étnico, histórico y lingüístico. La lectura del libro me ha llevado a consultar términos y hechos históricos, me ha dado un pasaporte (la poesía de Coriolano) a la verdad de las islas. (Ni sabía que su nombre venía de can, del latín can, perro grande).

Centrándonos en los poemas del libro "Arrorró", el lector que como yo disfrute de la lectura pausada, detenida a veces en pasajes donde se lee en voz alta para notar y sentir en los labios el acento y la pausa del verbo, gozará con este poema escrito como una suite, y podrá engolfarse en fragmentos como estos, donde el ritmo y la densidad del contenido poético se alían, se simbiotizan, por así decir, en una canción por momentos hipnótica:

"Un mapa para no perderse,

un mapa de tiempo, 

que llega lejos, muy atrás.

Todo se susurra como una letanía

que se transmitiera de generaciones;

la carga de la herencia, 

de perpetuar, de vencer el olvido"... 

 

"En la silla columpio los pies

y susurro sin comprender las palabras"...

 

"La muerte llega sobre el mar 

arrastrada por velas blancas"... 

 

 Los símbolos de la desmemoria: el mar, las olas, el agua que corre, también las velas... Símbolos que pueden revertirse en su contrario, el rescate del olvido, la memoria alcanzada primero por medio de la palabra oral, la música, el testigo de las abuelas, y por fin gracia a la poesía, a la escritura.

 

"Jamás olvides que habitas una isla.

Si caminas ligero,

podrás atravesarla de norte a sur (...)

Siempre encontrarás el mar

sea cual sea la dirección en la que vayas.

 

No olvides que te trajeron en barcos

y que te abandonaron. 

Tú no sabes navegar. 

Te dejaron aquí con animales y semillas.

Volverán para saber qué has hecho,

para esclavizarte, para robarte.

Quizá dejes de recordar, quizá ellos también.

Pero tú seguirás aquí, en la isla que habitas.

Como hicieron otros antes que tú,

como harán otros después

porque la isla no se abandona".

 

Y la memoria del bisabuelo, en nombre de los antiguos canarios:

 "El olvido y la sombra

te enseñan a morder otras palabras (...)

Ahora aprendes cómo llamar

a aquello que señalas con las manos," 

 

Ese olvido se vuelve también salvavidas, rescata y guarda en lo íntimo el sentimiento de aquellas palabras y seres vertidos en nuevo odre, otra lengua como la que el poeta usa magistralmente, en memoria de todos los olvidos.

 "Cuando me nombro,

nombro a todos los que están conmigo,

a todos los que están en mí". 

 

 Celebramos la apuesta, original, nada baladí ni oportunista, de este libro de poemas de Coriolano González Montañez, "Arrorró". El poeta se religa en sus versos con su infancia, su memoria y raíz, escribe desde el hondo ruego que es toda verdadera poesía: el ruego de que no se extinga nunca la gracia y el manantial de luz que conservan sus ojos, su memoria auditiva, sus manos. "¿Puede extinguirse, acaso, el eco / de estas voces? Podría / extinguirse el origen de toda claridad, / de donde toda luz procede?", ha escrito otro gran poeta canario. **

 

 Fulgencio Martínez

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 Notas

* Arrorró, de Coriolano González Montáñez, ed. El sastre de Apollinaire, Poesía, 102. Madrid, 2025 

** Andrés Sánchez Robayna. Poema "A Thomas Tallis". Citado de la antología Las ínsulas extrañas (Galaxia Gutemberg).

martes, 9 de diciembre de 2025

MARÍA JESÚS CASERMEIRO. "VANITAS" / UT PICTURA, 2. IMÁGENES DE LA EXPOSICIÓN / LIBRO-CATÁLOGO. POEMA DE ANTONIO CARVAJAL DEDICADO A MARÍA JESÚS CASERMEIRO / Dossier en homenaje al poeta Antonio Carvajal

 

                                                                                                         María Jesús Casermeiro

 

 

MARÍA JESÚS CASERMEIRO.  VANITASUT PICTURA, 2

 

 

                                                                                                         María Jesús Casermeiro. Vanitas. 

 

VANITAS XXXV

Acrílico sobre lino

114 x 75 cm

 

Reproducimos dos imágenes de su exposición Vanitas. En la presentación de esta dice María Jesús Casermeiro

"El impulso creativo surge a veces de la manera más inesperada. Y este trabajo nace de una circunstancia muy concreta, la de entrar en un espacio que fue de los libros y ahora es tierra, es humo, es polvo, es sombra, es nada.

Sorprende cuando surge porque establecemos relaciones entre las experiencias vividas y las aprendidas a través del conocimiento de nuestra historia, de la literatura o el arte que en algún momento confluyen de forma precisa. Y así fue en este trabajo, ver lo que queda después de un incendio lleva a reflexionar sobre el por qué de la destrucción de ciudades, del patrimonio, de la belleza, de los libros y de los hombres. Y querer representarlo me llevó a Las Vanitas."

 

 


 VANITAS XXIX (detalle)

Acrílico sobre lino

114 x 75 cm

 


        María Jesús Casermeiro nació en Málaga y reside en Sevilla, donde cursó la carrera de Bellas Artes. Es pintora y profesora de Dibujo en un instituto de enseñanza. Además es diseñadora y editora artística: realizó, entre otros trabajos, el diseño y maquetación de la revista Los papeles mojados del río y colabora con las editoriales Point de Lunettes e Hiperión. El libro-catálogo Vanitas es uno de sus más originales trabajos, que se acompaña de textos de poetas clásicos y contemporáneos.

Recomendamos la web de la artista para conocer su biografía, los itinerarios de la exposición Vanitas y otras exposiciones y trabajos de la artista andaluza:

 https://mariajesuscasermeiro.com/

 

 Las imágenes pertenecen al catálogo-libro de la exposición "Vanitas" 2025:

 


 

 

De este libro reproducimos el poema de Antonio Carvajal dedicado a María Jesús Casermeiro: 

 

 

VANITAS

 

    para María Jesús Casermeiro

 

 

La amistad, la belleza, el bien, del cuerpo

las delicias y el alma, la alegría

son transitorios pero no son vanos.

Vano es el mundo.

El mundo es la codicia, la soberbia,

la avaricia que, en brazos de la suerte

se arroja al mar, como ira a las espadas,

y la ambición

que de la muerte ríese. No engaño

es la belleza o vana la hermosura.

 

Dolor sin recompensa, sufrimiento

terco, apetito

insano, sin futuro, desviado

de la carne y el alma hacia la mente

turbia, son vanidad, digo, mentira:

niegan lo humano.

Pero en tanto unos ojos a la orilla

del ancho Betis miren los reflujos

de aguas, luces, aromas, aves, peces,

y ágil la mano

capte la línea, escriba la palabra,

efunda los colores, lo recree

como Guadalquivir de convivencia

vivo en las artes,

no vanidad sino certeza dígase.

Dígase comunión que el breve mundo

de inmundicias repara, ha de cantarse

limpio en los aires

espejo de belleza compartida,

seguridad de pervivir, no importa

cuánto, sí importa cómo: con pureza

de alma entregada.

 

                              Antonio Carvajal

 

               Vanitas. pp. 14-15


 

domingo, 7 de diciembre de 2025

LA LIBERTAD DE OPINAR SE DEFIENDE ESCRIBIENDO (ALFONSO USSÍA, JUAN SOTO IVARS ). Diario político y literario de FM / 2025

 

 

                                                                                            Adiós al maestro Alfonso Ussía

 

LA LIBERTAD DE OPINAR SE DEFIENDE ESCRIBIENDO (ALFONSO USSÍA, JUAN SOTO IVARS) 

                 

                A Alfonso Ussía, in memoriam. Seguimos, maestro. 

 

 

Ha muerto el escritor Alfonso Ussía el pasado viernes cinco de diciembre. Un gran conocido mío, Andrés Acedo, admiraba mucho sus textos, llenos de humor satírico, mordaces unos, otros festivos y aun apólogos morales que pudieran leer las jovencitas y los niños. Pues la realidad esa sí que era procaz, gamberra, altanera y de mala nota, la realidad política, económica y social y hasta eclesiástica y militar de la España de su tiempo. 

    Me refiero a la España de los años 80 y 90, y hasta entrada la primera década de este siglo, dos décadas y pico, que vistas desde hoy (he de decirle a mi amigo Acedo), parecen ya otro cuarto de siglo de plata (el primero sería desde los años 14 -Meditaciones del Quijote, de Ortega-, al 39 -fin de la guerra y exilio-, del siglo XX, en que floreció la cultura española tanto en dictadura, en monarquía como en república). 

    Yo me he criado oyendo en los 70 la radio: aquellos reportajes de Fauna ibérica, del doctor Félix Rodríguez de la Fuente, los programas de música rock y de cantautores, de Carlos Tena (Para vosotros, jóvenes), las emisiones de radio educativa de la UNED, y Protagonistas, que ocupaba casi toda la mañana (y que sólo podía oírlo en sábado o en vacaciones), el programa donde Luis del Olmo entrevistaba a los novelistas que me gustaban, y a otros muchos cuyo nombre oía por primera vez: recuerdo la entrevista a Álvaro Cunqueiro...

    Aquella radio continuó mejorando en los ochenta y noventa, con espacios de todo tipo, de información, debate político, deportes, música clásica y moderna (brillaban Radio 1, Radio 3 y Radio 2, las de antes, no las de hoy: sesgadas / segadas por los mandados de los comisarios de Sánchez); la radio de Eduardo Sotillos, Manuel Ferreras, José María García, y de los dos grandes que yo más seguía a la sazón: Iñaki Gabilondo y Luis del Olmo. 

 

 https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/3WMGPVXRVBGN5M6XRKNMD2X3KM.JPG?auth=f9857ec5dcc811437cab6caad63c278c136b4e31de8933ab839022054482b59a&width=1200

   

     El maestro de Ponferrada había llegado a la madurez de su radio con un programa que dejó de emitirse en Radio Nacional pero que incorporó una hora diaria de humor, de tertulia, entre genios: Forges, Antonio MingoteTip, José Luis Coll, los Ozores, Chummy Chúmez, y el gran Alfonso Ussía. 

    Para mí, Alfonso Ussía es, sobre todo, el gran humorista que junto a los citados me hizo pasar horas de felicidad escuchando la radio.  Había veces en que, si uno estaba atento a otra cosa, dejaba el asunto que llevara entre manos y se ponía a escuchar a esa pajarera de genios, como no los ha habido desde Mihura y Gila

 

Tip, Luis Sánchez Pollack | Noticias El Día de la Rioja                                                                                               

 

  Las ocurrencias de Luis Sánchez Pollack "Tip" eran tan hilarantes que me desternillaba; lo mismo les ocurría, en directo, a sus propios colegas de tertulia y hasta a Luis de Olmo se le caían lágrimas de risa sobre el micrófono. Irrepetible aquel congreso de humoristas en el "Debate de la nación", que así era el nombre del espacio en radio Protagonistas. 

    Así que Alfonso Ussía queda en mi memoria como el creador del personaje radiofónico (luego llevado a libro y película) del marqués de Sotoancho, en aquellos debates que pueden recuperarse hoy gracias a internet:

 https://www.youtube.com/playlist?list=PLIjNnb4-HmhR0gAyCS-CJFdgWsbrk2ZeM


 

Pero no todo era risa y candidez en aquel cuarto de siglo de plata de nuestra democracia. También hubo censura (sobre todo en Radiotelevisión española, véase la eliminación de La clave) y, viniendo a nuestros corderos, sobre nuestro autor, Alfonso Ussía. Que hoy se censure el humor no debería extrañarnos, pues el humor es un arma cargada de presente y de mala conciencia para el poderoso, sea político, estrella mediática o ganadero de toros bravos. Si nosotros escribimos en la senda de nuestros clásicos del humor satírico (el Guevara de El diablo cojuelo, el anónimo de El Lazarillo, el Quevedo de El buscón y Los sueños, el Góngora, el Lope y el Quevedo de sus versos mordaces, lista a la que modernamente habría que añadir Alfonso Ussía) no merecemos en realidad el buen nombre de escritores incómodos, de satíricos, porque no hemos recibido una demanda. Vaya, tampoco es deseable esto. 

    Tomen nota de la lista negra (no agotada) de demandantes contra la escritura de Alfonso Ussía. En 1979, lo demandó el entonces alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván. A principios de los 80, Leguina, entonces presidente de la Comunidad Autónoma madrileña; en 1991, un concejal de Herri Batasuna, cuya querella fue desestimada; y ya entrado el siglo XXI, el periodista Fernando Delgado y el futbolista Messi. Que Quevedo los confunda.

    Cuando el poderoso no logra aparentemente su objetivo con la denuncia, no creamos que lo da por malo. Como el que tira una piedra al estanque, puede que no acierte con la pieza deseada (el escritor) pero logra ahuyentar a los pececillos. Cuando los tribunales no atienden las demandas del poderoso de turno, o cuando las querellas quedan en nada, y aún cuando el escritor objeto de demanda es sancionado pero continúa escribiendo como si tal cosa, el poderoso logra amedrentar e imponer silencio a los que podrían atreverse a hacer lo mismo. Solo algunos raros especímenes de peces, con ese espíritu de escritor de vocación y de talento que tenía Alfonso Ussía, consiguen escapar y no hacer caso a las amenazas. "Por más que con el dedo, / ya tocando la boca o ya la frente, / silencio avises o amenaces miedo", dijo nuestro santo patrono del humor, que este sí pisó dura cárcel.

 


 

    En la actualidad, en otro orden de cosas, Juan Soto Ivars (vaya nuestra solidaridad, maestro), un escritor aún muy joven, está sufriendo la inquisición barata de unos pobres disfrazados de Torquemadas que han dado en hacer escraches y reventar la difusión de su libro Esto no existe, sobre las denuncias falsas e instrumentales de supuesta violencia de género. Esos restos humanos de pensamiento mágico prehistórico deben pensar que si logran que nadie lea el libro "Esto no existe", volverán inexistente lo que denuncia Juan Soto Ivars. 

 

 


 

 Fulgencio Martínez

7 de diciembre 2025