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miércoles, 11 de junio de 2025

EL BESO Y LA ROSA. POR MARGALIT SAGRAY-SCHALLMAN. Ensayo. Ágora-Papeles de Arte Gramático N. 33. Nueva Col. Verano 2025.

 



EL BESO Y LA ROSA

 

 

El beso y la rosa como símbolos no-románticos conectan la lírica temprana con el modernismo y con la poesía de fin de siglo XX y principios del XXI

 

 

POR MARGALIT SAGRAY-SCHALLMAN

 

 

I. Introducción. 1, 2

II. Trayectoria poética del beso. 1-5

III. Trayectoria poética de la rosa. 1-6

IV. Mi reflexión, resumiendo.

V. Adenda

                

 

 

I. INTRODUCCIÓN

 

1.    Mi premisa y enfoque

Las metáforas líricas convencionales consideradas románticas pueden ser simbolizantes no-románticos, y expresar o sugerir, simbolizados, candentes conflictos existenciales, enfrentamientos raciales, antagonismos religiosos, crítica social, rebelión contra convencionalismos, protesta abierta o encubierta.

Es apasionante enfocar justamente esos dos símbolos – el beso y la rosa - porque ya se encuentran en el bíblico Cantar de los Cantares, y en su forma latina fueron parte de la la poesía y la prosa epistolar española desde el nacimiento del idioma castellano, y asimismo en el encuadre del simbolismo universal, en distintas épocas.

El beso o el acto de besar simbolizan afecto, amor, respeto, admiración, adoración, lealtad, deseo sensual y sexual. También saludo, súplica, arrepentimiento, subordinación o consagración religiosa, y más recientemente protesta social –por ejemplo, en las manifestaciones pro-estatus legal de homosexuales.

La rosa simboliza finalidad, logro absoluto, perfección, centro del espíritu místico, corazón, jardín de Eros, paraíso de Dante, amor, mujer amada, emblema de Venus. Símbolos más precisos derivan de su color: La blanca y la roja, que en relación de alquimia dan la de color rosado, simbolizan ternura; azul – lo deseado imposible inalcanzable; dorada o de oro – la realización absoluta; blanca – la pureza y el amor puro o místico, y otros; y otra simbolización según el número de sus pétalos - la rosa de ocho pétalos, por ejemplo, simboliza regeneración. Se entiende que las espinas de la rosa son, por antítesis, simbolizantes de las punzantes, dolorosas, enemigas y no deseadas dificultades o impedimentos para conseguir dichos logros absolutos.

 

2.    Mi reflexión, siendo israelí y medievalista, y a modo de prólogo

La lírica israelí moderna ¿sería no-romanticismo o neo-romanticismo?

 

Invito al lector a intentar una respuesta, señalando que no existe lírica hebrea contemporánea al romanticismo europeo, siendo que el renacimiento de la lengua hebrea laica y coloquial y su literatura comenzó a fines del siglo XIX y principios del XX.

 



Veamos el terceto de Nathan Zach (Natán Zaj) del poemario Toda la leche y la miel, Col He-Halav Ve Ha-Devash (ed. Am Oved, Tel Aviv, 1982, pág. 63, trad. del hebreo: Margalit Sagray-Schallman): "Soy un romántico" Romanticán, editado en 1966:

 

רומנטיקן Romanticán                                                                                                        

אֲנִי רוֹמַנְטִיקָן מַר מְאֹד. Aní romanticán mar me'od                                                             

כְֹּשֶאֲנִי עִם עַצְמִי, אֲנִי רוֹמַנְטִיקָן חַם מְאֹד.       Ke she aní im azmí, aní romanticán jam me'od

כְֹּשֶאֲנִי עִם אֲחֵרִים, אֲנִי רוֹמַנְטִיקָן קַר מְאֹד. Ke she aní im ajerím, aní romanticán car me'od 

 

 

 

Soy un romántico

Nathan Zach

 

 

Soy un romántico muy amargo.

Cuando estoy conmigo mismo, soy un romántico muy cálido.

Cuando estoy con otros, soy un romántico muy frío.

 

 

Destacan la monorrima basada en la palabra repetitiva "muy" o "mucho" me'od (מְאֹד) que en el original hebreo finaliza cada verso, y el fundamento que tiende a oximorónico romántico-amargo (suponiendo que "romántico" equivale a dulce o endulzado), romántico-caliente (o cálido, suponiendo que "romántico" equivale a tibio) y romántico-frío (oximorón extremo, contrastantemente opuesto, suponiendo que "romántico" equivale a tibio o cálido, como en el verso anterior).

¡Vaya conflicto existencial gigantesco! Zach (Berlín, 13.12.1930 – Ramat Gan, Israel, 6.11.2020) cuestiona la autovaloración, las relaciones interpersonales, la modalidad de la captación del yo y del mundo, la captación sensorial. Y todo eso expresado en el micro-cosmos estructurado de sólo tres versos, tres líneas trabajadas con el cincel de la ironía poética.

Observemos la diferente estética todavía post-romántica y ya con tendencia modernista que ve el beso como símbolo romántico existencial, con Rubén Darío (Nicaragua, 1867-1916) al final de su poema "La canción de los pinos", en particular lo que resalto en negrita:

 

Románticos somos… ¿Quién que Es, no es romántico?

Aquel que no sienta ni amor ni dolor,

aquel que no sepa de beso y de cántico,

que se ahorque de un pino; será lo mejor…

 

Yo no. Yo persisto. Pretéritas normas

confirman mi anhelo, mi ser, mi existir

¡Yo soy el amante de ensueños y formas,

que viene de lejos y va al porvenir!

 

Besos y rosas son, sin duda, instrumentos poéticos líricos convencionales considerados muy románticos, cuya existencia dentro del ars poetica castellana puede detectarse desde la época medieval. Veremos cómo conectan la lírica temprana con el modernismo, partiendo de fuentes clásicas, si bien no puede demostrarse que hay relación intertextual entre estos ejenplos, y aún así … es interesante relacionarlos y "ver" este puente histórico entre el bíblico Cantar de los Cantares; el Siglo de Oro Andaluz mozárabe y hebreo; el siglo XIII – Gonzalo de Berceo, Alfonso X en carta al arzobispo de Toledo; el siglo XIV – Ardutiel en Proverbios morales, Juan Ruiz en el Libro del buen amor; el siglo XVI y, en adelante, folklore y música popular; el siglo XX, en el modernismo de Manuel Machado y su hermano Antonio Machado, llegando incluso al siglo XXI, con la poesía de Luis Alberto de Cuenca.

 

 

II. TRAYECTORIA POÉTICA DEL BESO

 

          1. En Cantar de los cantares

En el bíblico Cantar de los Cantares el beso es su apertura, la primera palabra del primer versículo, después del versículo introductorio (ver aspectos alegóricos y erótico-religiosos:  Roger Rosenthal, "Cantar de los Cantares y los matices del amor", en esta edición Ágora-Papeles de Arte Gramático, Núm 33. Nueva Col). Considero las significativas diferencias entre tres traducciones al castellano:  

A) Santa Biblia, antigua versión de Casiodoro de Reina, año 1569, revisada por Cipriano de Valera en 1602, revisiones posteriores hasta 1960 (ed. Sociedades Bíblicas Unidas, pág. 646): "Cantar de los cantares, el cual es de Salomón. ¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino". B) Luis de León, 1527-1591 (Porrúa, México 1999, pág. 90), no figura el primer versículo introductorio con su referencia a Salomón - se supone que es el Rey Salomón, hijo y sucesor del Rey David: "(Esposa) Béseme de besos de su boca, porque buenos tus amores más que el vino". Cf. Bible.com (equipo de traductores):"Cantar de los Cantares, de Salomón. ¡Ah, si me dieras uno de tus besos! ¡Son tus caricias más deliciosas que el vino!"

          Cuando no figura el versiculo introductorio referente a Salomón, no se capta la rebelión anticonvencional y la crítica social del arrebato expresivo de la jovencita enamorada, que no pertenece al entorno social de la corte real. Ella expresa su deseo y su romántica ilusión del beso, pero usa el verbo imperativo "Béseme" (así exacto en el original hebreo), con gran atrevimiento y un matiz de protesta encubierta pues su amado no le responde. La traducción Bible.com menciona cuantitativamente "uno de tus besos", que expresa a un tiempo conformismo (por lo menos uno) y un conflicto en su autoestima. ¿Es que ella no se autoevalúa digna de todos sus besos con exclusividad, o por lo menos, más de uno? ¿Es que el amor de él no alcanza para elegirla entre las otras mujeres de la corte o del harén? … El eje de la acción desarrollada a continuación se basará en los vaivenes de este conflicto.

Desde el punto de vista gramatical, las interjecciones y expresiones de admiración no figuran en el original hebreo, son interpretativas en cada una de las traducciones; la jovencita invoca a su amado en tercera persona "si él me besara" o "béseme", o en segunda persona y con el agregado condicional "si" marca diferencia retórica, tanto si se dirije a él con confianza de amigos/amantes si me dieras como si lo hace con repeto y sumisión, si expresa su deseo del beso estando él a su lado o si está ausente y el beso es pura ilusión. El segundo segmento que compara "tus amores" con "el vino", ya es seguro que ella, en su impulso erótico, salta la barrera social que los separa.    

 

2. Siglo de Oro de la lírica mozárabe y hebrea

En el Siglo de Oro Andaluz mozárabe y hebreo, en la poesía de Mošeh ibn Ezra (1055-1135 aprox.) Duros son como granizo los besos de mi amada encontramos:  "Duros son como granizo los besos de mi amada, pero prenden y arden en mi corazón" (Antología poética, ed. Hiperión bilingüe, trad. Rosa Castillo, Madrid 1993, pág. 33), siendo que en el original hebreo dice (trad. Margalit Sagray-Schallman): La saliva de una bella y graciosa muchacha amada es como granizo que besó mi corazón, y quema. El oxímoron es doble - saliva caliente/granizo duro frío > beso mojado/fuego ardiente. ¡Largo discurso sería demostrar si este poético acto de besar es o no convencional en la literatura y en las costumbres de la época! Y sobre la saliva … veamos adelante.   

 

        3.  Siglo XIV – Sem Tob Ardutiel (1290-1369 aprox.), Proverbios Morales

En un manuscrito del s. XV (Real Biblioteca de San Lorenzo del Escorial B.IV.21, ff. 1-86 r) se encuentran dos estrofas que curiosamente no aparecen en otros, y más curioso aún, es poesía sapiencial escrita por un docto rabino, y justamente ¡se refieren al beso! (Proverbios morales, ed. T. Perry, Madison 1986, pág. 89, apéndice III "El beso en sueños"; Sermón de glosas de sabios y otras rimas, ed. Agustín García Calvo, Madrid 2000, pág. 207 "Trova del beso en sueños"):   

 

En sueños una fermosa                      En sueños, a una hermosa

besava una vegada                           besaba una vez,

estando muy medrosa                        estando ella temerosa

delos de su posada;                             de los de su casa (de su familia];

 

fallé boca sabrosa,                              hallé su boca sabrosa,

saliva muy temprada.                        la saliva muy templada.

Non vi tan dulçe cosa                         No vi cosa tan dulce,

mas agra ala dexada.                        pero agria al dejarla.

 

¡Vaya, vaya! Amores ocultos prohibidos (que los familiares no los descubran), beso robado, sensaciones muy sensoriales sensuales (la boca gustosa, la saliva tibia). Dejar de besarla y tener que abandonarla llevan al contraste extremo "dulce/agrio". Erotismo valiente, anticonvencional en su aspecto moral y social, sin precedentes en la literatura española … aunque sólo sea un sueño, una disculpable expresión del subconsciente.  

 


Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (1283-1350 aprox.), en su Libro del buen amor, arremetiendo con humor y sarcasmo contra las costumbres de seducción y engaño, usa el beso como una de las armas del engaño, en pantallazos de comedia: Cuando el protagonista, por un cambiazo, se acuesta con la vieja alcahueta creyendo que lo está haciendo con la muchacha de sus sueños, cuenta exaltado en verso alejandrino (ed. Elejandria, Madrid y Barcelona, 1931, V. II, cuarteta 935, verso cuarto, pág.469):

 

Dixe: En mano de vieja nunca di mejor beso

 

En su primer encuentro con doña Endrina (cuarteta 685, pág. 217), don Melón de la Huerta le pide demostraciones de amor – abrazos y besos, y ella se los niega, porque está convencida de que dichos abrazos y besos o "joyas" no son auténticos sino atrevidos instrumentos de engaño que llevarán al acto sexual, y no cae en la trampa, respondiendo 

 

Esto dixo doña Endrina: "Es cosa muy provada

que por sus besos la dueña finca muy engañada:

ençendimiento grande pon' abraçar al amada,

toda mujer es vençida desque esta joya es dada".

 

       4. Siglo XVI y en adelante, en folklore y música popular - En Adenda el listado de nombres y autores.

Vemos la diferencia con la expresión romántica propiamente pasional: 

En la romanza judeoespañola del siglo XVI "Mi padre era de Francia": la ternura del sueño fantasía erótica donde conjugan juntos amor y temor a la muerte pues es legítimo que el marido la asesine: "Dos besos el me dió…no me beses muchachiko, no me beses tú a mí, si sabe el mi kerido, me mata él a mí". 

 


 

Ya en pleno romanticismo, puestos a escalonar al beso como cúspide del deseo, después de la mirada y de la sonrisa, quién mejor que Gustavo Adolfo Bécquer en su Rima XXIII: "Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo; por un beso... ¡yo no sé qué te diera por un beso!". Y comparando con la romanza judeoespañola, la cantidad es símbolo de significancia y de cualidad: un beso, dos besos, …

En el bolero "Bésame mucho" que da voz a otro temor, el miedo a perder al objeto de la pasión: "Bésame, bésame mucho, como si fuera esta noche la última vez. Bésame, pero bésame mucho, que tengo miedo tenerte y perderte después". En la canción "Júrame": "Bésame con un beso apasionado  como nadie me ha besado desde el día en que nací …" que será amargura y sufrimiento al no ser correspondido. En la canción "Amor, amor, amor", con connotaciones místicas: Sentir que tus besos se anidaron en mí, igual que palomas mensajeras de luz, saber que mis besos se quedaron en ti, haciendo en tus labios la Señal de la Cruz … En el folklore argentino el motivo "besos-pájaros" aparece en la zamba "Anocheciendo zambas" en los versos: "Los besos que tú me diste se están volviendo palomas, y este río de mi cuerpo se va envolviendo en las sombras … Además: la tan española zarzuela "La leyenda del beso"; el pasodoble "El beso"; el vals vocal "El beso" … y te invito, amigo lector, a que agregues los ejemplos que tú mismo conoces.

Y no olvidemos el picaresco retruécano del acervo popular: No me des un beso de buenos días, dame un día de buenos besos; y la frase de Oscar Wilde: "Un mundo nace cuando dos se besan".

Y recordemos: en cine, la película española "Historia de un beso", y la extraordinaria recopilación filmográfica de besos censurados en la película italiana "Cinema Paradiso"; y cuadros de pintores famosos, y Auguste Rodin con su famosa escultura "El Beso".

 

5. Siglo XX – los hermanos Machado

Comparemos con la casi antítesis de Manuel y de Antonio, en cuyas poesías seleccioné motivos que, como hemos visto, ya aparecen en el bíblico Cantar de los Cantares: labios, beso, el acto de besar; rosas, rosales, espinas.

 Manuel Machado, Alma (publicado en 1902):

Va contra todo y no cree en nada, desde una pose o postura negativista, pero con la fuerza de la rebeldía contra lo convencional decadente, en este caso, el beso:

En "Autorretrato" (la primera poesía en este poemario), segunda estrofa, último verso:

                    De cuando en cuando, un beso y un nombre de mujer

Cuarta estrofa, primer verso:

                    Besos ¡pero no darlos! …

Última estrofa, último verso:

El beso generoso que no he de devolver.

 

En "El Jardín negro", ese "gran beso" surrealista simboliza dimensión e intensidad: 

La luna aparece,

           las nubes rompiendo …

           La luna y la estatua

          se dan un gran beso.

 

En el soneto "Oriente" subtitulado "Flores", 2do. verso del último terceto (Cleopatra a Marco Antonio), el beso tiene cualidad auditiva vibrante sensorial y sensual:

Sella sus gruesos labios con un beso sonoro

 

En "Copo de nieve" el beso es sumisión, intento de apaciguar, suavizar, subyugarse. La sonrisa de la luna llamada "señora Luna" duplica el sarcasmo.

 

Colombina llora,

Colombina ríe,

Colombina quiere 

morir, y no sabe

por qué …

Pierrot, todo blanco,

de hinojos la implora,

la besa y le pide,

 perdón, y no sabe

de qué …

La luna sonríe

la señora Luna …

Y nadie ha sabido,

ni sabrá, ni sabe

por qué …

 

Antonio Machado, Soledades (publicado en 1903):

En "Fue una clara tarde, triste y soñolienta" el tremendo contraste beso/pena encierra un mundo amoroso y tormenta pasional mucho más conflictivos que la amargura de no ser correspondido, contrapuestos a "linfa serena" y "clara tarde":

                    tus labios besaron mi linfa serena,

                        y en la clara tarde, dijeron tu pena  

 

En "Siempre fugitiva y siempre" el terrible oximorón beso/amarga flor de los labios de la amada, recalcado en la doble repetición de la condición de "amarga", nos encierra en un círculo de amargor al finalizar un verso y comenzar el siguiente con la misma palabra:


 Besar quisiera la amarga,

                         la amarga flor de tus labios.


          Resulta admirable la diferencia conceptual y estilística entre la posición anticonvencional y la captación romántica convencional del beso, lo que me lleva a adjetivarla como "antítesis", tomando conciencia de que el manejo poético de un mismo símbolo tiende un puente a través de los tiempos. 

 

 

III. TRAYECTORIA POÉTICA DE LA ROSA

 

            1. En Cantar de los Cantares

En el bíblico Cantar de los Cantares 2:2 (ver en esta edición Roger Rosenthal, "Cantar de los Cantares y los matices del amor", Ágora-Papeles de Arte Gramático, Núm 33. Nueva Col. Verano 2025):

 

         Como rosa entre las espinas, así es mi amada entre las muchachas.

כְּשׁוֹשַׁנָּה בֵּין הַחוֹחִים כֵּן רַעְיָתִי בֵּין הַבָּנוֹת.

 

Casiodoro de Reina traduce (año 1569, pág. 646, columna derecha):

Como el lirio entre los espinos, así es mi amiga entre las doncellas.

 

Luis de León traduce y comenta (s. XVI, pág. 102-103), vean lo resaltado en negrita:

          Como lirio entre las espinas, así es mi Amada entre las hijas.

 

"La flor que nace entre las espinas es tanto más amada y preciada, cuanto son más aborrecibles las espinas entre quienes nace; y de la fealdad de las unas viene a descubrirse más la hermosura de la otra…y añade [el Esposo] es má lo que se echa de ver y se descubre la rosa entre las espinas que entre otras rosas. Así que en decir ésto, no solo dice ser hermosa la Esposa, como rosa entre otras rosas, sino así hermosa que solo ella es rosa; que las demás en su comparación y en su presencia parecen espinas. Lo que dice "entre las hijas" es como decir entre todas las doncellas, por propiedad de aquella lengua [el hebreo] que cuando pone esta palabra hijas así a solas, habla de solas las doncellas, y cuando le añade alguna otra, como diciendo hijas de Jerusalén o hijas de Tiro, significa a todas las mujeres de aquella tierra, de cualquier estado y condición que sean… En el espíritu de esta letra, es digno de considerar que la Iglesia es rosa entre espinas, y no rosa cultivada y regalada, porque no es obra de los hortelanos del mundo, sino flor que crece y se sustenta por la sola clemencia del cielo, como dice San Pablo: Yo planté y Apolo fue el que regó; pero solo el Señor lo sacó a la luz y a crecimiento. Y está cercada de espinas esta rosa, por la muchedumbre de las diversas sectas de infidelidad y herejías y supersticiosas creencias que en derredor de ella están, las cuales procuran ahogarla; pero firme y segura es la promesa del Señor, y entre estos golpes, cuanto mayor fueren, tanto más centelleará la luz de la verdad".

Bible GatewayComo una azucena entre zarzas es mi amada entre las mozas.


Lirio o rosa o azucena, amiga o amada, espinas o cardos, muchachas o doncellas, interpretación directa o alegoría del cristianismo versus infieles y detractores, aventuro otra interpretación del segundo segmento del versículo: ¿Quiénes son las "espinas"?  Digamos que son la "otra cara" del amor romántico, que muestra conflictos, antagonismos, y otros "ismos" agresivos, entre las mujeres esclavas sexuales del harén envueltas en luchas por la preferencia del sultán, codiciosas, celosas; las muchachas del pueblo, envidiosas; los hombres que defienden su honor a mano armada (padre, hermanos, cuñados, otros), algún otro novio despechado …

Estimado lector, tal vez estas metáforas te brindarán más posibilidades de interpretación.  

 

             2. Siglo XIII

En el s. XIII aparece en Gonzalo de Berceo, "Cantigas de Santa María", dicha metáfora del Cantar de los Cantares "y Él nació como Tú, entre las espinas, rosas". El rey Alfonso X escribe en carta al Arzobispo de Toledo, recordándole su origen judío "nacistes como la rosa, entre los espinos", (Díaz-Mas y Mota, 69 y 136, ítem 63a).

 

           3. Siglo XIV

En el s.XIV Juan Ruiz, Archipreste de Hita Libro del buen amor, ejemplifica (16-18):

 

                              So la espina está la rosa, noble flor,

                              So fea letra está saber de gran dotor.

 

Y "una rosa entre espinas" aparece como metáfora de "un judío entre cristianos", llamando la atención de los investigadores por los versos de los Proberbios morales que establecen la misma relación metafórica, cuando su autor Sem Tob Ardutiel habla de sí mismo como judío y de su poesía, no menos cualitativa por provenir de él, indicando su valor y no su inferioridad:

 

Por nasçer en espino

non val la rosa, çierto,

menos, nin el buen vino

por salir del sarmiento.

 

En estos textos, la rosa y las espinas son interesante motivo a distintos niveles comparativos,  cuando la metáfora se refiere a veces a una persona o cosa de valor que se considera inferior pero no lo es; otras se refieren a "judíos entre cristianos", o a los que eran de origen judío y lo siguieron siendo; o aquellos cuyas familias se convirtieron al cristianismo como Juan Álvarez Gato y el Arzobispo de Toledo. Común denominador entre los autores cristianos y el autor judío es el mismo verso bíblico del "Cantar de los Cantares". El valor de la rosa en Sem Tob Ardutiel como iniciadora de la lírica castellana, fue ampliamente tratado por Américo Castro, 1948.

 

             4. Desde el siglo XVI y en adelante, en folklore y música popular

En el folklore judeo español La rosa enflorece en el mes de Mayo, mi alma se escurece (oscurece) sufriendo del amor… y la pasión me mata, muchigua (aumenta) mi dolor, la melodía melismática enfatiza las palabras "alma" "escurece" "sufriendo", la rosa es metonimia del alma y la pasión que florecen y embellecen por amor, pero a un tiempo vivencian sufrimiento, dolor y la sensación de muerte. En Dónde estará mi vida o Una vez un ruiseñor, la canción que popularizó Joselito, el niño cantor del cine español de posguerra, el triángulo amoroso - el ruiseñor, la ruiseñora y la rosa - lleva a celos y advertencias "dile que tienen espinas las rosas de los rosales" que lo bueno y deseado puede herir y ser una amenza a la existencia. (Ver otras metonimias en mi ensayo "Raíz, fuente y crisol, el canto femenino judío tradicional", Ágora-Papeles de Arte Gramático, Núm. 24, Nueva Col. pp. 32-37).

 

5. Siglo XX

En el "son" cubano "Rosa, qué linda eres", la versión registrada por el cantautor colombiano Magín Díaz, conserva el estribillo que expresa alabanza y amor por la flor y por una mujer de nombre Rosa, pero el texto es más largo que el original y más ocurrente como protesta social: El yo-parlante de la canción se queja de su soledad, la vejez, la pobreza de los compositores que no reciben su salario según la ley, la falta de reconocimiento y de aprecio:

 

Magín con su humilde rosa, de la mujer se inspiró.

Su rosa se hizo famosa, y la plata*nunca vió.

Ya no volveré a quejarme, ni a sentarme nunca más.

Tú tienes casi cien años, y sales a trabajar.

Este samario* te dice: "Con él tu puedes contar,

que cuando cumplas cien años, ya no sean de soledad".

 

    La poética de Magín es un tanto similar a la casi antítesis simbolizante estilo Machado: Antonio Machado, Soledades, en el poema "El viajero", lleva a cuestionar ¿es que, ya caducas, vuelven a florecer la pureza y la inocencia?

 

                              Los rosales que enseñan

                              otra vez sus blancas rosas 

 

Manuel Machado, en El Canto Rural (Himno de la Segunda República Española) encontramos que la rosa simbolizante lleva a eliminar la duda sobre quién posee la verdad absoluta

¡Libertad!

                              España brilla a tu fulgor, 

                              como una rosa de Verdad y Amor

 

y en la primera poesía del poemario Alma, "Autorretrato", tercera estrofa, segundo verso, declara, ya adoptando la estética del simbolismo, que le niega a la rosa sus más apreciadas bellezas: el aroma, la forma, el color

 

                                  Y la rosa simbólica de mi única pasión

                              es una flor que nace en tierras ignoradas

                              y que no tiene aroma, ni forma, ni color.

 

 

                       


 

6. Fin de siglo XX-siglo XXI

Como ejemplo de la pervivencia de la temática estudiada en este ensayo, véase el poema “La espina que me ofreces”, del poeta madrileño Luis Alberto de Cuenca (1950). (ver Ágora-Papeles de Arte Gramático, N. 32, Nueva Col. p. 26).

 

LA ESPINA QUE ME OFRECES

 

Una espina en lugar de una rosa me ofreces.

Un futuro que no contemple la esperanza.

Un mañana en que no haya lugar para mi cuerpo

tendido junto al tuyo. Un porvenir de hambre

y de sed permanentes. Un destino de sombras

que oscurezcan la luz dorada de tu piel.

Nada más. Solo eso. Me ofreces una espina

en lugar de la rosa que un día me ofreciste:

no dudo en aceptarla, pues viene de tus manos.

 

                        Luis Alberto de Cuenca. Después del paraíso (2021)

 

 

IV. MI REFLEXIÓN, RESUMIENDO

 

Esta trayectoria fue un salto acrobático, moviendo nuestro foco de luz de la antigüedad al post-modernismo, y de lo lírico convencional a lo anticonvencional, saltando por sobre la concepción romántica de la vida y del amor. Hemos visto que las metáforas líricas convencionales pueden ser simbolizantes no-románticos, y expresar o sugerir, simbolizados por el impulso poético, conflictos de toda clase:  existenciales, amorosos, raciales, religiosos, sociales, y convertirse en vehículos o medios de rebelión, crítica y protesta. Un salto apasionante, cayendo el haz de luz justamente en los dos símbolos super románticos – el beso y la rosa. Y aterrizamos en nuestro siglo XXI, pues cabe mencionar, aunque más no sea, como decimos en hebreo, "solo ensartado con la punta del tenedor", sin detenernos a analizar, la saga de alta fantasía Una corte de rosas y espinas de Sara J. Maas, año 2015, traducida y publicada en España al año siguiente.  Tal vez sea éste el tema de nuestro próximo contacto.

 

 

 

V. ADENDA

 

Fuentes de textos siguiendo el orden de los ejemplos:

 

Nathan Zach, poemario en hebreo "Toda la leche y la miel" Col He-Jalav VeHa-Devash,  Am

                        Oved, Tel Aviv, 1982

Rubén Darío, en El Canto Errante, "La canción de los pinos", Biblioteca virtual Miguel

                        de Cervantes pdf, 2017

Santa Biblia, Sociedades bíblicas Unidas, Buenos Aires, 1960

Luis de León, La Perfecta Casada y el Cantar de los Cantares, ed. Porrúa, México 1999

Bible Gateway www.biblegateway.com

Moshe ibn Ezra, Antología Poética, ed. Hiperión, edición bilingüe hebreo/castellano,

                            traducción y prólogo Rosa Castillo, Madrid, 1993

Sem Tob Ardutiel, Proverbios Morales, Perry, Madison, 1986; García Calvo, Madrid, 2000

Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, Libro de buen amor, ed. Elejandria, edición y notas de

                            Julio Cejador y Frauca, Espasa-Calpe S.A., Madrid y Barcelona, 1931,    

                            Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca). www.elejandria.com

Antonio Machado, Soledades, Ebooks pdf. 2019

Manuel Machado, Alma – Ars moriendi, Cátedra, Letras Hispánicas, 1999

               El Canto Rural es.wikipedia.org/wiki / Canto_rural_a_la_República_Española

Gonzalo de Berceo, Cantigas de Santa María, pdf  www.academia.edu, 2004

Magín Díaz, "Rosa, qué linda eres", Letra de canciones  www.letras.com

Gustavo Adolfo Bécquer, Obras de Gustavo A. Bécquer (1885), España

es.wikisource.org/wiki/Rimas_ (Bécquer).

Luis Alberto de Cuenca. Después del paraíso (Visor, Madrid, 2021)

 

 

Fuentes bibliográficas seleccionadas:

 

Beso, es.wikipedia.org/wiki/Beso

Cirlot, Juan E., Diccionario de Símbolos, ed. Siruela, 2024

Morros Mestres, Bienvenido, "Las fuentes del Libro de buen amor", Universidad Autónoma de Barcelona, en Actas del Centro de los Clásicos Españoles 9-11 mayo 2003, ed. año 2004, págs. 69-104.

Cenizo Jiménez, José, "Alma, Manuel Machado y el Modernismo", Cauce: Revista Internacional de Filología, Comunicación y sus Didácticas Núm. 26, año 2003, págs. 47-65.         

https://cvc.cervantes.es

Rosenthal, Roger, "Cantar de los Cantares y los matices del amor", Ágora-Papeles de Arte Gramático, Núm. 33 (2025); Cantar de los Cantares, el clásico de la música hebrea romántica, Seminario Rabínico Latinoamericano (2024).

 

     Canciones del folklore y de la música popular siguiendo el orden de los ejemplos:

 

1   Mi padre era de Francia, anónima, romanza judeoespañola tradicional.

2   Bésame mucho, Consuelo Velázquez

3   Júrame, María Grever

4   Amor, amor, amor, música: Gabriel Ruíz Galindo, letra: Ricardo López Méndez

5   Anocheciendo zambas, música: Waldo Belloso, letra: Aníbal Cufre 

6   La leyenda del beso, zarzuela, libreto: Reoyo, Aramburu y Paso, música: Soutullo y             Vert.

7   El beso, pasodoble, compositores: Adrián Ortega y Fernando Moraleda

8   El beso, vals vocal (orig. italiano), compositor: Luigi Arditi

9   La rosa enflorece, anónima, romanza judeoespañola tradicional.

10 Dónde estará mi vida (Una vez un ruiseñor), autores: Naranjo, López, Roman

11 Rosa, qué linda eres, del conjunto "Sexteto Habanero", registrada con variaciones e

     interpretada por el cantautor colombiano Magín Díaz.

 

 

 Margalit Sagray-Schallman

 

 


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* Plata: sinónimo de dinero o salario; samario: oriundo de Santa Marta, Colombia; cien años y todo el último verso: sugiere relación con la novela de Gabriel García Márquez Cien años de soledad.

 

 


Margalit Sagray-Schallman (Bahía Blanca, Argentina, 1949). Llega a Israel como voluntaria en 1967, desde entonces reside en Beer-Sheva, Israel. Es traductora, poetisa, escritora, compositora y directora de coro.

Títulos: B.A. y M.A en Literatura Hebrea, Licenciatura en Filosofía y Letras, Musicología, Educación musical y canto coral, Profesora de Escuela Primaria y Secundaria. Es también miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Israelí de Escritores en Lengua Castellana. Miembro y ganadora de concursos internacionales de la Organización Mundial de Trovadores.

Publicaciones: los poemarios Fractales de Plenilunio, Turbantes de Sedaluna, y el ciclo filosófico-poético "miniaturas" en prosa y poesía: Afreudita; la novela Ofrenda a Afrodita – breve crónica de larga carencia". En hebreo: la trilogía poética Doncella, mujer, ciudad. Además, varios manuales de literatura y métrica española para hebreoparlantes.

En Ágora-Papeles de Arte Gramático colabora con ensayos sobre poesía y música popular. cf. página de Margalit Sagray-Schallman:

 https://diariopoliticoyliterario.blogspot.com/search/label/Margalit%20Sagray-Schallman