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miércoles, 6 de marzo de 2013

La princesa confidencial. Diario político y literario.../40






           LA PRINCESA CONFIDENCIAL



No es el primero de nuestros problemas, ni será el último, pero quizá haya que agradecerle ser el único que se ha presentado con educación, diciendo "Hola". Suelen tener mal trapío y esquinarse los toros que conocemos; pero el de esta señora, princesa para más señas, que ha sido portada de una revista del corazón, es un morlaco de buen trapío, que mira de frente, con mirada cortés, aunque no tiene pelo de manso. La princesa Corinna ha elegido a una agencia de noticias para hacer su faena, y, como corresponde a su rango en el escalafón, ha salido a la arena de la revista "Hola", es decir, donde torean los maestros. Una higa para la prensa plebeya, seria y preocupada. Sibilina, lista, quizá sonriendo, la Corinna alude a su hoja de servicios a España, o al Gobierno español, y reclama para sí nuestra gratitud y pleitesía. Levanta y amaga la liebre, por un momento parece que va a saltar y herir, pero prefiere amenazar dulcemente, dejar caer y no hablar claro. Se trata de una materia "confidencial".

¿Estamos ante otra "lista" de Bárcenas? Con maneras suaves, a diferencia de aquel sujeto, la píldora de esta no es menos terrible. Solo nos consuela el saber que estamos ya acostumbrados a una vida de sobresaltos, y a sospechar de cualquier bulto político por las esquinas. Si ahora nos viene esta pecadora internacional con más zozobra, se siente, ya está completo el elenco. Tenemos a nuestro Luisillo Bárcenas, que nos quita el sueño y la bolsa, el picarón; tenemos al yerno, al Urdangarin, que parece sacado de una saga irlandesa de grutas y ogros, y a su buen escudero Diego Torres: ellos se bastan y sobran para ser el coco.

Y por si fueran pocos los "visitantes de dormitorio", los espectros que nos desvelan, tenemos ahí al ministro de Hacienda, el señor Montoro, que va amenazando a Murcia con rasparle otro jirón de piel, para ver si adelgaza.

A ese cartel, cada uno de ustedes puede añadir el problema que más le inquiete: la ceremonia de la confusión de los nacionalistas catalanes; la pajarera de los partidos políticos, enfrascados en dirimir querellas que ellos mismos promueven, ajenas al momento de penuria económica que vivimos; el dinero público, del que no quieren responder con transparencia, porque muchos tendrían que hacerlo con cárcel, por delinquir por activa o pasiva; sin olvidar, la plaga más dura, el paro y la falta de confianza en que se podrá salir...

Así que, señora mía, no venga ahora queriendo ser la protagonista de esta mala pesadilla. No quiero saber en qué clase de negociaciones ha participado, qué favores ha recibido, porque me dolería en mi corazón de español pensar que, al lado de usted, Urdangarin es un presunto aprendiz de timador. y Bárcenas, un chusco. Princesa (aunque no sé de qué principado o reino, sé que se usa en los de su clase el mote de condes y príncipes, como, entre nosotros el decirnos tío y tía); alteza, me ha encantado su reportaje en el "Hola". Está usted genial. Tiene unos ojos bellos, aunque, para mi gusto, demasiado pequeños. He ahí un detalle de inteligencia, o astucia, que diría mi madre. "No te fíes, hijo, de los ojos pequeños, te ven antes que tú los veas a ellos".


                                                                       Fulgencio Martínez


Publicado en La Opinión de Murcia, sábado 9 de marzo 2013

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